¿DONDE ESTA PUESTA TU MIRADA? Lectura: Hbrs.12:1-2 El Salmista en el Salmo 121, había entendido lo que debía hacer, en
donde poner su mirada, y en el verso 1 el dice; Alzare mis ojos a los montes,
de donde vendrá mi socorro, mi socorro viene de Dios. Veré hacia arriba dice
porque poniendo mi mirada en lo alto, de ahí vendrá mi ayuda. Pero permanecer
quieto sin quitar la mirada del blanco es muy difícil, y más aun cuando la
tormenta llega, recuerdan cuando Pedro pidió a Jesús poder caminar sobre el mar
en medio de la tormenta? Lo hizo, lo logro pero en un principio, y luego se
hunde, pero porque? (Mt 14-30) pues según el texto, Pedro quita la vista de
Jesús, ve la tormenta y empieza a hundirse, a eso me refería al principio, es
muy fácil apartar la mirada cuando el problema llega. Se necesita de madurez
para lograrlo (1Pdr. 2.2) Y eso lo logra un verdadero discípulo de Cristo
porque creyentes hay muchos, basta con salir a las calles y preguntar al mundo,
creen en Cristo? Y todos contestan que si, pero si hasta los demonios creen y
tiemblan (Santiago 2.19) Dios no quiere creyentes, Dios necesita discípulos (
Mt.28-19) En la Iglesia de Antioquia, fundada por Pablo, Pedro y Bernabé, es
donde por primera vez se les da el nombre de creyentes (Cristianos) Y la
palabra creyente significa: “Que cree” Pero discípulo “es un seguidor” Y en el
hebreo “Limud” del verbo “Lamad” significa: tanto aprender cómo enseñar.
¿Aprender a qué? A poner nuestra mirada en el autor y consumador de la fe
Cristo Jesus, a no apartarla y creer que El dijo: y estaré con vosotros todos
los días hasta el Fin. Pero que tenían estos hombres de aquea época aparte de
Fe? Pues tenían ojos espirituales, algo que un simple creyente no tiene, veamos
una historia del A.T (2.Reyes 6: 14-16) Necesitamos que nuestros ojos
espirituales sean abiertos, necesitamos ver más allá de lo terrenal,
necesitamos madurar y ser más que solo creyentes, y entonces jamás apartaremos
nuestra mirada de Jesús el autor y consumador de la Fe, viendo siempre sin
perder de vista al blanco perfecto y la meta que es el Reino de los Cielos. No
apartes tu mirada ni a diestra ni a siniestra, no veas el problema, ve a quien
lo puede solucionar, no veas al hombre que predica o escribe, ve a quien ellos
anuncian y testifican, no pierdas la Bendición viendo el error de quien está a
tu lado, pues eso te puede desviar del Camino, fijemos nuestros ojos en Cristo.
SHALOM