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miércoles, 8 de junio de 2016
EL PERDÓN
Lectura: Hech. 26-18 Hoy con la ayuda de Dios y la guianza del Espíritu veremos el tema del "Perdón". Claro el perdón de Dios hacia el pecador. Hace unos días atrás alguien ofendiendo en una de las publicaciones, llamo al creyente personas llenas de ego, entre otros comentarios que no son de importancia, pues llegué a comprender qué el defendía la religión sus creencias, al pensar que solo el cristiano evangélico será salvo y el caso no es así, pues cuantos de nosotros no venimos de esas costumbres? Pero, que si de cierto hay, en que el creyente que haya creído y viva conforme a la voluntad de Dios, valga la redundancia, es salvo? eso no se discute. Ahora para quien hay perdón? Pues las escrituras nos enseñan qué Dios no hace acepción de personas, pues el señala que no a venido por justos si no por pecadores. A través del profeta Isaias él Señor dice: Si vuestros pecados fuesen como la grana (algo obscuro) como la nieve serán enblanquecidos, si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Notemos qué se ve como un nivel de pecado según los colores, negros y rojos aunque pecado es pecado, el Señor lo que da a entender es que no importa tu condición para que te acerques a él ya que el enemigo podría ponerte ese tropiezo qué no eres digno para buscar a Dios, pero ningún hombre sobre la tierra lo era y si nos acercamos un día a él fue por nuestra necesidad no porque fuéramos buenos, todos los hombres de la Biblia cometieron errores, pecados, el único que resalta en santidad es Cristo y él dice que un corazón contrito y humillado él no desprecia, personas que atacan el evangelio es porque no an nacido de nuevo, en ellos todavía no hay luz y no a llegado la verdad, hay ataduras en sus vidas de odios, rencores, vicios, religiosidad qué es idolatría entre otras cosas, pero cuando conocen a Jesús y llega a sus vidas no le pueden decir que no, pues el encuentro con él no es algo que uno buscará, pues nadie quiere dejar su vida pecaminosa la cual se deleita en los deseos carnales, y es asta cuando algunos se cansan de esa vida, buscan ayuda aunque en otros casos no es así, pues el hombre piensa o cree que así esta bien. Yo no estoy de acuerdo cuando se dice, en el tiempo de Dios cambiará la persona, cuando el tiempo de Dios es hoy, en la oración del Padre nuestro se dice: el pan nuestro danoslo "hoy" también dice su palabra, no endurezcas tu corazón "hoy" y sabes, el habla del hoy pues el mañana es incierto nadie nos lo garantiza. En Isaias 1:18 dice el Señor, vengan luego y estemos a cuenta, "Luego" eso es pronto, eso es hoy y creamos que él es justo para perdonar nuestros pecados, todos podemos venir delante de él, antes en el antiguo pacto era solo el sacerdote quien venia delante de Dios intersediendo y los pecados del pueblo eran cubiertos, si amados solamente cubiertos. Pero en el nuevo pacto aparece el Cordero de Dios qué "Quita" el pecado del mundo Amen no lo cubre solamente si no lo quita, lo borra y nunca se vuelve a acordar de el y el día que nuestro Señor Jesús declara victoria en el madero nos habilita para que nosotros hermanos vengamos personalmente delante del trono de Dios confesando nuestros pecados y recibiendo el perdón de ellos. Todos los cargados dice, todos los trábajados, los enfermos dice el Señor pues los sanos no necesitan medicina, Dios no ve el nivel ni el color de tu pecado siempre y cuando te arrepientas de corazón y te combiertas de tu mal camino. El perdón de pecados se recibe únicamente a través de creer en el sacrificio de Cristo y el Poder de su resurrección, recordemos que esto es por Fe, algo muy importante para recibir ese perdón es también saber perdonar como el nos perdono, hay personas que dicen: Yo jamás perdonare, pues difícil será que tu seas perdonado, debes limpiar tu corazón, pero no te preocupes en el arrepentimiento genuino el Señor te da un nuevo corazón, si todavía odias, la mala noticia sería qué no has nacido de nuevo y urge vengas luego a Dios, terminó con esto; el perdon de Dios es una dadiva un regalo el cual nadie merecía, es por su amor y misericordia pues Jesús no bino a condenar al mundo si no a SALVARLO.
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